La aromaterapia es parte de las técnicas de medicina complementaria en la que se utilizan el aceite vegetal o esencial obtenido de plantas aromáticas, hojas, semillas, flores, frutas y cortezas de árboles para ayudar en el tratamiento de padecimientos como el insomnio, estrés, ansiedad, entre otros trastornos emocionales y físicos.
Usualmente, los aceites esenciales se extraen a través de un proceso de destilación al vapor, por lo que no se usa de forma pura con el fin de no causar irritaciones o alergias, y únicamente conservar la fragancia: la base de la aromaterapia.
La aromaterapia se basa en el sentido del olfato: aproximadamente, el 15% del aire que inhalamos se dirige al techo de la nariz, donde los epitelios olfatorios transportan los olores al sistema límbico: la zona central del cerebro conformada por el tálamo, hipotálamo, hipocampo y amígdala central.
La amígdala es el órgano responsable de relacionar los aromas con emociones, y el hipocampo se encarga de enlazar los recuerdos; de este modo, el ser humano puede retener hasta 100 mil olores y, de esos, reconocer 200. Además, a través del olfato podemos evocar recuerdos, personas o emociones.
Además, en la actualidad la aromaterapia no solo se utiliza para el tratamiento de diversas condiciones, también se aprovechan sus cualidades para el marketing, fabricación de productos cosméticos, alimenticios, o de limpieza, jugando con los olores para estimular emociones y sensaciones como el hambre, la relajación, el interés de compra, entre otras.