Una alimentación saludable es uno de los hábitos más importantes para tener una buena salud, no solo a nivel físico sino también mental. Por este motivo, es importante adoptar unas costumbres tanto de nutrición como de ejercicio físico, ya que contribuyen a mejorar la calidad de vida. En este post, vamos a explicar la importancia de la alimentación y algunos consejos para llevar a cabo una dieta equilibrada.
Es cierto que la alimentación es algo más que una necesidad, pues también supone placer y una forma de expresarse. La alimentación debe satisfacer estos tres pilares y mantener un equilibrio entre ellos. Hoy en día, existe una amplia variedad de alimentos, pero no todos son apropiados para llevar un estilo de vida saludable.
Por lo tanto, hay que conocer la importancia de la alimentación para decidir qué alimentos debemos consumir, en qué medida y cuáles se deben eliminar por completo de nuestra dieta y la de nuestra familia. La amplia disponibilidad de alimentos que se encuentran hoy en día, en muchas ocasiones, lleva a comer en exceso, y a escoger de forma errónea los nutrientes que debemos consumir.
Una alimentación saludable y equilibrada es aquella que contiene todos los nutrientes necesarios para que nuestro organismo funcione correctamente a lo largo del día y la que, además, consigue reducir el riesgo de padecer enfermedades. Este tipo de dieta es importante en cualquier etapa de la vida, pero hay que hacer especial hincapié en la etapa del crecimiento.
Para seguir una dieta sana no se debe excluir ningún grupo nutricional, por lo que la variedad de alimentos es un elemento fundamental, pero en las proporciones adecuadas. La dieta debe adaptarse a la edad, el peso y el estado físico de cada persona. Además, los atributos que la caracterizan son: equilibrio, moderación y, muy importante, que sea apetecible.
Algunos de los beneficios que se obtienen al llevar una dieta equilibrada y saludable son los siguientes:
- Fortalecer el sistema inmunitario.
- Menor riesgo de padecer enfermedades crónicas.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Ralentiza el proceso de envejecimiento.
- Evita enfermedades cardiovasculares.
- Ayuda a obtener un peso saludable.
- Previene la fatiga crónica y el cansancio.
- Un estado de ánimo más positivo y mayor energía para el día a día.