La queratina es una proteína fibrosa, es decir, que forma una especie de fibras o cordones. Posee una estructura con gran contenido en azufre. El tipo de queratina blanda o flexible (alfa queratina) constituye el componente principal de la capa más externas de la piel: la epidermis. Además, constituye parte importante del cabello y de las uñas de los seres humanos.
En cuanto a sus funciones, en la piel actúa como impermeabilizante para evitar que los líquidos ingresen en las capas más profundas de la piel. Gracias a esta proteína, diversas estructuras del cuerpo adquieren dureza y resistencia.
En cuanto a su función estructural, forma parte de la piel y permite que esta sea firme y elástica, al tiempo que participa en el proceso de regeneración celular.
Como todas las proteínas, la queratina es una macromolécula (una molécula de gran tamaño) que se forma en base a cadenas lineales de aminoácidos, que corresponde a los «ladrillos» de esta estructura. En el caso de la alfa-queratina, el aminoácido principal es la cisteína.
Estructura de la piel
La piel está compuesta por dos capas principales: la epidermis y la dermis, además de la hipodermis, que es la más profunda.
La epidermis es la capa más externa y está en constante regeneración. Las células mayoritariamente presentes y que sintetizan la queratina son los queratinocitos, presentes en la capa basal (más cercana a la dermis) de los tejidos conectivos y de la epidermis.
Estas células están continuamente reemplazándose, pues estos van migrando de las capas más profundas de la epidermis hacia la superficie, donde al ascender van enriqueciéndose con queratina, proceso llamado queratinización. Al llegar a la superficie de la piel, se descaman.
La dermis está formada por tejido conjuntivo que se adhiere a la epidermis y se continúa con la hipodermis. Es la encargada de conferirle a la piel su resistencia, elasticidad y flexibilidad.
Queratina en el cabello
En cuanto al cuero cabelludo, el cabello se inserta en la dermis a través del bulbo, que corresponde a la parte final del folículo piloso. La glándula sebácea, encargada de lubricar el pelo, se anexa al folículo piloso a partir de donde emerge el cabello.
La raíz es la parte del cabello que se ubica en el folículo piloso, debajo de la piel. Es la parte viva del cabello, pues posee células activas que producen los queratinocitos, que, a su vez, sintetizan la queratina, que constituye el 90 % de cada cabello. Cada bulbo contiene una papila dérmica, que posee vasos sanguíneos encargados de irrigar el folículo, además de nervios.
La queratina es un constituyente fundamental del cabello, donde se forman estructuras fibrosas que se enrollan y, al retorcerse, crean otras fibras de mayor tamaño.
La protección externa del cabello es la cutícula, que corresponde a células con queratina. Por lo tanto, la protección de esta capa y el estado en el que se encuentre, serán los responsables del aspecto final al cabello.
La cutícula del cabello es la que recibe y sufre los tratamientos químicos en la peluquería, así como las agresiones medioambientales y los cepillados u otros tratamientos. Por lo tanto, en caso de que la cutícula esté estropeada, el cabello lucirá seco y quebradizo.
