La Vitamina C se usa como suplemento dietético cuando la cantidad de ácido ascórbico en la dieta no es suficiente.
Las personas con mayor riesgo de deficiencia de ácido ascórbico son aquellas que tienen una variedad limitada de alimentos en su dieta o que tienen problemas de mala absorción intestinal por enfermedades degenerativas o enfermedad renal.
El ácido ascórbico también se usa para prevenir y tratar el escorbuto (una enfermedad que causa fatiga, inflamación de las encías, dolor en las articulaciones y mala cicatrización de las heridas debido a la falta de vitamina C en el cuerpo).
Posiblemente la función más importante de la vitamina C es la formación y mantenimiento del colágeno, la base del tejido conectivo que se encuentra en la piel, los ligamentos, los cartílagos, los discos de las vértebras, las articulaciones, las paredes capilares, los huesos y los dientes.
La vitamina C, además, es un antioxidante que ayuda a proteger a las otras vitaminas ante la oxidación, es un gran fortalecedor del sistema inmunológico. Forma parte de la absorción de hierro y la síntesis de enzimas, hormonas y proteínas. Las glándulas suprarrenales necesitan cantidades grandes de este nutriente a fin de apoyar la inmunidad y la producción de energía.
Beneficios:
👉 Mantenimiento del colágeno
👉 Ayuda a las articulaciones, cartílagos y huesos
👉 Gran antioxidante
👉 Fortalece nuestro sistema inmunológico